La manifestación en Atenas por el accidente ferroviario de Tempe desemboca en violentos disturbios
Las “mayores protestas en Grecia en más de una década” coinciden con la filtración de unos audios que las víctimas enviaron antes de morir
La plaza Syntagma de Atenas, frente al Parlamento heleno, fue escenario el pasado domingo de una multitudinaria manifestación convocada por la Asociación de Familiares de Víctimas de Tempe. Al grito de “ningún crimen quedará impune”, miles de personas pedían justicia para los cincuenta y siete fallecidos que dejó el accidente ferroviario de Tempe en marzo de 2023.
Fuentes policiales cifran la asistencia en treinta mil personas, mientras que los medios de comunicación griegos hablan de cien mil. Euronews, por ejemplo, la ha calificado como “la mayor protesta en Grecia en más de una década”. No fue un incidente aislado, ya que se vieron protestas similares por todo el país.

La manifestación, convocada a las doce de la mañana y caracterizada por su transversalidad, reunió a una parte importante de la sociedad civil y a algunas de las principales organizaciones de la izquierda griega, como los comunistas del KKE o al líder del principal partido de la oposición, Nikos Androulakis. Muchos de los cánticos iban dirigidos al actual presidente de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, a quien responsabilizaban de haber encubierto las causas del accidente ferroviario. Por su parte, el Gobierno de centro-derecha de Mitsotakis sostiene que le corresponde a las autoridades judiciales investigar las causas.
Era la madrugada del 1 de marzo de 2023 en el valle de Tempe (Tesalia), cuando un tren de pasajeros con 350 personas destino Atenas-Tesalónica impactaba contra un tren de carga que se dirigía a Larissa. El resultado de la colisión fue la muerte de 57 personas, convirtiéndose así en el accidente más mortal en Grecia desde 1968 y uno de los peores en la historia del país. Actualmente la investigación sigue abierta y tras casi dos años, la sociedad griega todavía clama justicia.
Los audios filtrados de las víctimas mortales
“No tengo oxígeno”, uno de los lemas más repetidos en la manifestación, hace referencia a una serie de audios enviados por las víctimas instantes después del accidente de Tempe, que han sido filtrados recientemente. Estos mensajes de voz han crispado a la población griega: se pensaba que todos los viajeros habían fallecido a causa de la colisión entre los dos trenes, pero ahora los audios demuestran que algunos sobrevivieron.
La existencia de estos audios hace que gane peso la teoría de que en el tren había algún tipo de material ilegal altamente inflamable que podría haber sido el causante del incendio tras el accidente. Nikos Plakias, padre de dos de las víctimas mortales, considera que ha habido un “encubrimiento” y pide una “investigación completa”.
Los disturbios volvieron a empañar la manifestación
Tres años después del accidente, las calles del centro de Atenas volvieron a ser escenario de violentos disturbios que se prolongaron hasta las tres y media de la tarde. En la parte baja de la manifestación, la más alejada al Parlamento griego, se iniciaron combates entre una minoría radical y la policía. Los cócteles molotov y las piedras lanzadas por los manifestantes fueron respondidos con granadas aturdidoras, pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de los agentes antidisturbios.
Los disturbios se saldaron con trece detenidos y cuatro policías heridos. Mario Liolios, fotoperiodista griego, fue herido en la cabeza cuando le impactó una granada aturdidora de la policía.


