Conferencia sobre delitos de odio en la La Facultad de Ciencias de la Información
Los participantes subrayaron la importancia de los periodistas para combatirlos
La jefa del grupo operativo de la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio (ONDOD), Gema Méndez Matos, y la psicóloga Sara Buquerín impartieron en la facultad de Ciencias de la Información una charla sobre los discursos de odio y la inteligencia artificial en la recordaron a los asistentes que los discursos de odio son denunciables.
La ONDOD, perteneciente al Ministerio del Interior tiene como principal objetivo disminuir la infradenuncia de la que dan fe sus encuestas, que dicen que el 93% de las personas que se identifican como víctimas de discursos de odio no denuncian. Méndez Matos recordó a los asistentes que estas infracciones están respaldadas legalmente y que desde la ONDOD disponen de muchas herramientas para identificar a los agresores y ayudar a los afectados.
Con el Proyecto You&AI, según explicó Buquerín, la ONDOD realizó experimentos sobre cómo respondía la inteligencia artificial al encargarle la elaboración de contranarrativas contra delitos de odio. Si bien GPT–3 originó los textos más coherentes en comparación con el resto de los modelos, en varios casos el resultado era incluso más odioso que la redacción inicial. Por ello, Buquerín considera que la mano humana siempre es necesaria y que el deber de los periodistas tras usar la IA es revisar sus respuestas, además de basarse en el rigor científico, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el lenguaje atractivo que no llame al conflicto. “Lo más natural al confrontar a alguien es que se revuelva”, aseguró.
Las encuestas de la ONDOD constatan que la frecuencia de delitos de odio por motivos de sexo o género y por ideología es la misma. Además, Buquerín se sorprende por el hecho de que el porcentaje de víctimas entre 18 y 25 años es menor que en otros rangos de edad, en tanto se supone que los jóvenes utilizan más las redes sociales.
Los delitos de odio pueden acarrear por sí solos consecuencias psicológicas negativas, como depresión, ansiedad, estrés postraumático e incluso disonancias cognitivas, según explicó la psicóloga, quien aseguró que del 93% que se identifica como víctima pero no denuncia, la mayoría no lo hace porque no tiene fe en poder cambiar su situación. Méndez Matos dejó patente la enorme responsabilidad que tiene la figura del periodista a la hora de luchar contra la desinformación para evitar la creación de conflictos sociales y abogó por la colaboración entre periodistas y las fuerzas policiales y por la rectificación para no priorizar la inmediatez frente a la verdad.
Fotografía de portada: Chenoa Aguilar Relinque