Froidevaux-Metterie propone enfocar la lucha feminista desde la noción del cuerpo de la mujer
La filósofa francesa participó en el primer Festival de las Ideas de Madrid
Para la filósofa Camille Froidevaux-Metterie, el cuerpo es esencial para la lucha feminista porque los afanes de perfectibilidad y de estandarización corporal chocan con la variabilidad, que es natural del organismo femenino. La pensadora considera que las mujeres viven rodeadas de realidades que les indican que no son suficientes y que las hunden en la autoinvalidación y el aislamiento, cuando “de lo que se trata es de unirse y de hacerlo [el cuerpo] motor político”.
Ha sido durante la primera edición del Festival de las Ideas, en el Círculo de Bellas Artes, cuando la filósofa ha compartido su visión sobre el papel del cuerpo de la mujer en la lucha feminista a través de una conversación con la periodista Pilar Gómez, especializada en temas de género.
La autora relató una anécdota de lo más común: la compra del primer sujetador de su hija, que consideraba que debía quedarse como una simpática experiencia materno-filial y que acabó convirtiéndose en un momento desagradable para ella porque todos los modelos que les ofrecía el personal tenían relleno. Froidevaux-Metterie reflexionó: “Están diciéndole a mi hija que sus senos no son lo suficientemente grandes y redondos, cuando en realidad los pechos son diversos y cambian con el tiempo».
“Con mi primera maternidad sentí que ser madre me reducía a ojos de la sociedad”
Para aclarar la cuestión del estancamiento en la autoinvalidación, la autora desarrolló que existen dos mecanismos patriarcales que mantienen la noción de perfeccionar el cuerpo: la vergüenza y la rivalidad. El primero se sirve de cuestiones como convertir la menstruación en un tema tabú y el segundo segrega a las mujeres, de forma que no se da una conexión con otras ni se llega a saber que las demás también pasan por la misma situación, dificultando así que se produzca una unión entre mujeres que luchen juntas en lo político. Por otro lado, Froidevaux-Metterie señaló que “la base del patriarcado es el encierro en la disponibilidad corporal. En mi caso, con mi primera maternidad, sentí que ser madre me reducía a ojos de la sociedad”.
“España es un ejemplo para nosotros, y pienso en cuándo tendremos en Francia ministros que hagan lo mismo que Ana Redondo”
El reciente caso de Gisèle Pelicot, la mujer de 72 años cuyo marido la drogaba para ofrecer su cuerpo a decenas de hombres que la violaron repetidamente, ha sacudido Francia y no ha quedado fuera de la charla entre Froidevaux-Metterie y Gómez. Aludiendo a las declaraciones sobre el caso en redes sociales de la ministra de Igualdad española, Ana Redondo, la filósofa ha hablado de España como un modelo a seguir: “Es un ejemplo para nosotros, y pienso en cuándo tendremos ministros que hagan lo mismo en Francia”. Transformar a la víctima en culpable basándose en su indumentaria o en si acepta una invitación a una copa forma parte de la cultura de la violación, apuntó Froidevaux-Metterie.
La pensadora considera que la concienciación sobre lo que significa ser hombre en una sociedad patriarcal y el aceptarlos en la lucha contra el patriarcado resultaría favorable: “Creo que no lo lograremos sin los hombres”. Todos los avances del feminismo a lo largo de la historia han sido seguidos por un rechazo: “Con cada gran conquista, las mujeres pagan por su emancipación”.
“No lograremos hacer frente al patriarcado sin incluir a los hombres en la lucha”
El modelo de cuerpo estandarizado exigido socialmente a las mujeres -y parcialmente a los hombres- está basado en la constancia, el crecimiento y la potencia, un enfoque puramente sobre lo masculino. Los planteamientos androcéntricos del mundo pasan también por el campo de la filosofía: Froidevaux-Metterie expuso que los autores de la fenomenología, una corriente filosófica que rompe con la dicotomía del cuerpo y la mente y considera que el pensamiento está encarnado, eran mayoritariamente hombres que no distinguieron entre la corporalidad masculina y la femenina. Sin embargo, explicó que Simone de Beauvoir consideró tanto esas diferencias como los mecanismos de alienación y cosificación a los que las mujeres se enfrentan desde su adolescencia, aportando un enfoque feminista a la teoría.