Rocío Monasterio anuncia su salida de Vox y arremete contra Santiago Abascal
– Denuncia la pérdida de ‘democracia interna’ del partido
– La corriente más conservadora ocupa su espacio político
La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, dejará su acta de diputada y su puesto como portavoz parlamentaria. Así lo anunció este pasado jueves frente a una prensa sorprendida pero con los ojos muy abiertos ante los movimientos que iba a emprender la política de Vox tras ser cesada este miércoles como presidenta del Comité Ejecutivo Provincial de la formación en Madrid. “No soy la persona de confianza del secretario general ni del presidente”, lamentó Monasterio al tiempo que vaticinaba su retirada del partido y de la política, y su vuelta a la “actividad privada”.
La especial atención que le brindaron los periodistas en la Asamblea impulsó a Rocío Monasterio para arremeter contra su partido, que ha vivido un proceso de concentración en manos de su presidente, Santiago Abascal, y su actual secretario general, Ignacio Garrigo, a quienes acusa de “dejar en el olvido la democracia interna”. “Se trataba del único ejecutivo provincial de Vox elegido por los afiliados”, señaló la damnificada por la decisión del Comité Ejecutivo Provincial.

La presidencia de Madrid le fue cedida inmediatamente al también portavoz nacional y periodista José Antonio Fúster por el propio Comité Ejecutivo Provincial. Su elección, trasladada el miércoles a los medios mediante un comunicado oficial, se produjo sin el proceso de elecciones internas que catapultó al liderazgo provincial hace ocho años a Monasterio, quien señaló cómo la directiva de VOX se ha tomado la “potestad de nombrar a dedo” al próximo comité y líder regional. De vida política corta pero intensa, el nuevo presidente provincial José Antonio Fuster se ha labrado un futuro en el seno del partido y del grupo parlamentario. Fundador del diario de La Razón, logró convertirse en una figura con mucho alcance en la esfera mediática y conservadora gracias a su relación con el propietario del Grupo Intereconomía, Julio Ariza, quien le nombró director de La Gaceta, y a su presencia en programas como Toro TV o Trece TV.
El mismo jueves, Fúster trasladó a los medios la decisión del nuevo comité de nombrar a Isabel Pérez Moñino como nueva portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, en sustitución de Rocío Monasterio. Isabel Pérez Moñino, hasta ahora concejal y portavoz del grupo en el Ayuntamiento de Fuenlabrada, representa el ala más radical de la formación política. Son famosas sus publicaciones en la red social X (Twitter), en las que tacha a los extranjeros de “delincuentes” y en donde se muestra contraria a los centros de acogida de los MENA.
Misma estrategia
La pérdida de protagonismo que ha estado sufriendo Rocío Monasterio en su propio grupo parlamentario se inició tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023, en las que Vox quedó como tercera fuerza política, ante la mayoría absoluta cosechada por el PP de Ayuso, que ha prescindido de los apoyos de la formación verde durante toda la última legislatura y ha relegado la portavocía de Rocío Monasterio a un papel meramente testimonial.
Su aislamiento político responde también a la estrategia que ha asumido la cúpula de Vox para afianzarse cada vez más en el poder mediante la destitución de las figuras más disidentes, como Javier Ortega Smith y Macarena Olona. Por su parte, el auge de la tendencia más conservadora, representada por figuras como Jorge Buxadé, provocó el abandono de los más liberales en agosto de 2023: Víctor Sánchez del Real y el marido de la propia Rocío Monasterio, Iván Espinosa de los Monteros. Por si fuera poco, la renuncia del diputado autonómico José Luis Bartolomé en enero de 2024, su máximo apoyo en el grupo parlamentario, acrecentó un aislamiento político que ha culminado este mismo jueves con su dimisión y el que podría ser el fin de su vida política.

Universidades y vivienda
En el pleno también se comentó la situación de la vivienda en Madrid y su encarecimiento, resaltando las razones por la que se ha convertido en algo difícil para la población madrileña, especialmente para los jóvenes. Ayuso fue objetivo de una lluvia de críticas por parte de diputados de diferentes partidos, uno de ellos fue Vox, entonces representado por la exdiputada Rocío Monasterio.
Manuela Berguerot, portavoz de Más Madrid, definió la idea de topar los precios del alquiler, lo que bajará los precios y hará que aumente la oferta, además de cerrar los pisos turísticos. También pidió a Ayuso mayor inversión en lo público y triplicar el presupuesto en vivienda para crear viviendas públicas y de calidad: “Para usted y su entorno siempre es Navidad, pero el alquiler de los madrileños no lo paga Papá Noel.”
Pero uno de los temas más importantes de la sesión fue el problema de las universidades públicas. Juan Lobato, secretario general del PSOE y portavoz, acusó a la presidenta de estar echando a la clase media de las universidades debido a sus precios que siguen siendo altos para la mayoría, lo que puede convertir la educación superior en algo exclusivo. Resaltó que la inversión en las universidades públicas es menor en Madrid que en otras comunidades autónomas. Ayuso contraatacó haciéndoles responsables de la degradación de las universidades públicas, más concretamente de la Complutense.