Miguel de la Fuente, reportero en TVE: “Creo que la primavera y el verano serán muy duros en Ucrania. Se van a machacar”
Con más de 30 años de experiencia profesional, el camarógrafo de TVE Miguel de la Fuente ha recorrido casi todo el mundo para informar de los principales conflictos. Por su cobertura de la guerra en Ucrania recibió recientemente el Premio al Mejor Corresponsal Español, que otorga el Club Internacional de Prensa y que compartió con su compañero Óscar Mijallo.
Desde el hospital madrileño en el que se encuentra ingresado tras contraer la malaria mientras trabajaba en Angola, recuerda en conversación telefónica su experiencia en Ucrania cuando se cumple un año del inicio del conflicto.
Antes de nada, ¿cómo se encuentra?
Estoy recuperándome, aunque todavía no he salido del hospital. Volví de Angola hace diez días y hace cuatro empecé con los síntomas. Llevo yendo a países donde hay malaria y dengue muchísimos años y también estuve en Haití en uno de sus peores momentos, cuando el terremoto. Y ahora, lo he cogido en Angola. Es una cuestión de suerte. Esta vez me pilló el mosquito, probablemente, en un barrio de las afueras de Luanda, adonde fuimos el último día.
Se cumple un año de la invasión de Ucrania, ¿en qué momento se plantea ir allí?
Antes de empezar la guerra me dijeron que tenía que ir a Ucrania. Sabíamos que esto podía estallar porque estuvimos también en 2014, en la guerra de Crimea, y ya entonces el ejército ruso se había desplegado sin ningún distintivo que los identificara. Eso fue el inicio de lo que es hoy la guerra de Ucrania. Así que, cuando se incrementaron las amenazas de Putin, me fui para allá. Llegué a finales de enero y empecé a hacer los primeros programas desde la capital. No pensábamos que fuera a ocurrir nada y nos fuimos al Donbás. Poco después, nos enteramos de los primeros bombardeos y de la entrada de los primeros tanques rusos en el país.
Y en este año, ha ido y ha vuelto varias veces.
He estado tres veces en 2022: en enero-febrero, en junio-julio y, finalmente, en noviembre-diciembre. En total, estuve allí unos cinco meses, y eso son muchas crónicas y muchos momentos diferentes. Contamos el inicio de la guerra, el principio del verano donde ya se estaban hostigando y dando fuerte a base de artillería y esta última parte, cuando la cosa se ha empezado a relajar un poco y se atrincheraban, preparándose para el invierno que iba a venir. En pocos meses, se verá cómo vuelven a combatir cuerpo a cuerpo.
¿Hay alguna diferencia entre esta guerra y otras que haya cubierto?
La principal diferencia es que siempre se suele cortar la red eléctrica y de comunicaciones. Sin embargo, aquí no pasó lo mismo, y una red de 55 satélites dio cobertura a toda Ucrania. De esta forma, pudimos ver a soldados que estaban viendo una película mientras a su lado caían proyectiles. Esta es la gran diferencia entre esta y otras guerras.
¿Qué recuerdo se lleva de Ucrania?
Muchos. Tendría uno para contar cada día. Por ejemplo, al comienzo de la guerra no teníamos comida porque no había restaurantes ni servicios. En ese momento, nosotros nos alimentábamos gracias a nuestra traductora y a nuestro conductor, que nos hacían unas sopas y algo de comer para poder subsistir. Nos juntábamos a las 7 de la tarde todo el equipo después de haber enviado la información para el informativo.
De todas las guerras que ha cubierto, ¿cuál ha sido la más dura?
Todas las guerras son duras. La diferencia es que unas las vives más intensamente que otras. La de 1992 la viví más intensamente porque en ella se rompían las líneas y se pasaban todos los controles. Pero lo que te marca no son las diferentes culturas, sino la propia guerra en sí, porque es una putada.
¿Por qué escogió ser reportero de guerra?
Estudié fotografía y desarrollé muchos trabajos en prensa, estuve en muchos medios de comunicación. Después, me dediqué a estudiar vídeo y me presenté a las oposiciones para TVE, las aprobé y empecé a trabajar en informativos. Ahí comienza mi carrera en esta cadena de televisión. Hasta entonces había estado diez años haciendo reportajes por el mundo, pero con una cámara de fotos.
Mi madre murió cuando estaba iniciando la guerra y yo estaba en Ucrania. Ella ya había vivido los otros 30 conflictos a los que he ido
¿Qué es para usted el periodismo de guerra?
Hay muchos tipos de periodismo de guerra y no están definidos todos. No es lo mismo estar en el frente con soldados viendo en el día a día cómo se producen los avances milimétricos o cómo está Jersón aguantando los últimos bombardeos. Este es un tipo de periodismo que se hace en Ucrania. Pero luego está el periodismo de retaguardia, viendo lo que hacen las familias de los soldados que están en estas zonas y que viven de forma amarga las guerras. No es mejor o peor, simplemente es complementario, porque también hay que hablar de la gente que vive y malvive en la retaguardia. El problema es que dentro de ese otro tipo de periodismo hay algunos periodistas que dicen que están haciendo periodismo de guerra cuando lo que en realidad lo que hacen es turismo de guerra.
¿Qué le dice su familia cada vez que se va a informar a una zona en conflicto?
Mi familia sabe que si hay una guerra me va a tocar a mí en algún momento. Mi madre murió cuando estaba iniciando la guerra y yo estaba en Ucrania. Ella ya había vivido los otros 30 conflictos a los que he ido. Como siempre, una madre te dice que no vayas a sitios peligrosos, pero también sabe a qué te dedicas y lo entiende. La mejor forma de sobrellevarlo es entender el trabajo de cada uno y dejarlo vivir para que no se convierta en una presión.
Recientemente ha dicho que tal vez esta sea la última guerra a la que acuda, ya que su jubilación está cerca. ¿Qué hará cuándo se jubile?
Siempre hay muchas cosas que hacer. Cada uno tiene sus opciones personales en las que poderse entretener y disfrutar. No sé exactamente qué haré, pero lo fundamental es saber que las guerras son cíclicas y que se producen cada diez años, más o menos, porque hay que cambiar a unos líderes por otros.
¿Qué futuro le pronostica a esta guerra?
No soy ningún geo estratega para poder avanzarte grandes cosas sobre la guerra, pero lo que sí tengo es mi opinión. La situación en la que están ahora mismo todos los países involucrados, apoyando con armas y dinero, es un desgaste tremendo que se incrementa a medida que pasa el tiempo. Cuando se pase ya este aniversario de ponerse las medallas por haber aguantado un año y recuperado poblaciones, empezará la ofensiva, y serán una primavera y un verano muy duros. Se van a machacar los unos a otros, sobre todo de junio a agosto. Nadie puede pronosticar nada, pero seguramente después de este pico de hostilidades llegarán unos meses a finales de año en los que se relajen las cosas y se querrá buscar una solución. Entonces, tendrán que sentarse y firmar un acuerdo para solucionar este conflicto.