EntrevistasEs noticia

Pablo Sapag: “No solo hay una salida militar. Los conflictos armados tienen una dimensión política y, por tanto, antes o después la política tiene que entrar”

Pablo Sapag es profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense en Madrid. Pertenece al departamento de Periodismo y Comunicación Global, es experto en relaciones internacionales. Con motivo del aniversario de un año de la guerra entre Ucrania y Rusia, Sapag analiza para Infoactualidad  un año de conflicto.

¿Qué ha supuesto y está suponiendo esta guerra en el orden mundial?

Pablo Sapag: En el orden mundial, este conflicto armado en Ucrania, lo que está haciendo es explicitar un cambio que ya se estaba gestando en la sociedad internacional en el orden mundial. Estamos pasando de una sociedad internacional de posguerra fría , en la cual había una potencia hegemónica, que eran los Estados Unidos, a un orden mundial mucho más multipolar. En este contexto habrá tres o cuatro actores con capacidad relevante para condicionar qué ocurre en el conjunto de la sociedad internacional. Lo que ha venido a hacer el conflicto en Ucrania es manifestarlo claramente. Cuando concluya, se verá con mucha más claridad cómo surgen otras potencias y otras alianzas de potencias que antes no estaban contempladas.

¿Y qué diferencia esta guerra del resto?

P.S: Este es un conflicto armado particular. Es un conflicto armado por unas razones muy claras, muy localizado también, ni siquiera es en el conjunto de Ucrania, es una parte de Ucrania. Es un conflicto que tiene que ver con intereses de seguridad de Rusia, con intereses demográficos también, desde el punto de vista de la población rusoparlante. Pero, siendo un conflicto localizado y con actores muy determinados, en ese marco más amplio y más global de la sociedad mundial, pues han intervenido otros actores que tienen intereses muy distintos a los estrictamente territoriales, demográficos y de seguridad inmediata, a los cuales me refería anteriormente. Estamos hablando, por ejemplo, de potencias como Estados Unidos, como la Unión Europea, como organización internacional , o como la OTAN, como otra organización internacional.

Eso ha hecho que el conflicto se complicara y se convirtiera en un conflicto con una dimensión global o internacional, como vemos.

Después de un año, ¿Cuáles son las conclusiones a nivel de conflicto y relaciones internacionales?

P.S: La principal conclusión es que es un conflicto que podría haberse evitado, en primer lugar. En segundo lugar, podría haberse acotado, limitado en el tiempo. Y, sin embargo, vemos que es un conflicto que se ha elevado. De lo local, dos estados que tienen diferencias, Rusia y Ucrania, diferencias territoriales, demográficas y de seguridad, se ha elevado a un conflicto que ha afectado a otros actores y muy particularmente a la Unión Europea.

Hay otros actores más distantes que también sienten el impacto de este conflicto, algunos desde el punto de vista político, militar, geoestratégico. China, por ejemplo, la India, los propios Estados Unidos, y hay otros que padecen las consecuencias económicas. Por ejemplo, los países dependientes de la importación de trigo o dependientes de la importación de gas o petróleo, han tenido un impacto. Lo que ocurre es que el impacto es desigual.

Ha pasado un año. Si esto se alarga, ¿Qué nos queda por ver ?

P.S: Yo creo que no nos queda mucho más por ver, porque las cartas que puede jugar la Unión Europea, que tiene unos intereses muy concretos en este conflicto, ya las ha jugado. Esencialmente ha jugado la carta de la propaganda. La propaganda se suele agotar en el tiempo. Tú estás elevando a gran amenaza lo que es un conflicto localizado entre Ucrania y Rusia. Y ni siquiera por el conjunto de Ucrania, por una parte del territorio ucraniano, por razones, como explicaba antes, de seguridad, demográficas, etc. Llega un momento en el que la población se puede cansar. La Unión Europea tenía unos objetivos complicados de explicar en tiempos de paz. Y el conflicto de Ucrania le ha permitido explicarlos a la población, o al menos hacer que esa agenda avance. Me estoy refiriendo a cuestiones que tienen que ver con la seguridad y la defensa, el gasto militar, por ejemplo, que sin conflicto en Ucrania no se habría podido elevar al 2%.

En cuestiones energéticas, por ejemplo, el tema del reconocimiento de la energía nuclear como una energía limpia y verde, antes del conflicto de Ucrania era un anatema. Y, sin embargo, ahora ya se ha validado. Eso va a permitir hacer una determinada transición energética. Es una cuestión estratégica desde el punto de vista de la Unión Europea. Por otra parte, a la Unión Europea el conflicto, de alguna manera, le ha permitido reactivar la OTAN como paraguas de seguridad. Para hacer todo eso, elevando de categoría un conflicto localizado, pues ha tenido que recurrir a una propaganda muy radical, una propaganda de agitación muy dura. Y el tema es que la gente se puede cansar.

En términos de contenidos, la propaganda no ha evolucionado prácticamente nada desde la primera guerra mundial a hoy. Lo que cambia son los medios, las tecnologías.

Es la primera guerra digitalizada, en Europa. ¿Cómo ha sido la propaganda en este caso?

P.S: La propaganda ha sido una propaganda bastante clásica. En términos de contenidos, la propaganda no ha evolucionado prácticamente nada desde la primera guerra mundial a hoy. Lo que cambia son los medios, las tecnologías. En este caso hablamos de tecnologías sobre todo que tienen que ver con redes sociales, no con Internet, porque el primer conflicto en el que Internet tuvo un impacto desde el punto de vista de la propaganda fue el de Kosovo en 1999 y los siguientes, por supuesto, también. Pero en este conflicto sí, ya hay una implantación masiva de redes sociales, incluso de nuevas redes sociales, o que están teniendo más fuerza, como por ejemplo TikTok, etc. Pero los contenidos que circulan por esas redes y por esas tecnologías son exactamente los mismos. Es una propaganda de agitación, es decir, que busca resultados inmediatos y de una manera muy sencilla, a partir del enemigo único, tú trazas quién es un enemigo, una persona a cual le pones un rostro, y entonces simplificas toda la complejidad del conflicto.

Eso es una cuestión clásica que ya se hacía en la primera guerra mundial. En el caso de Ucrania, la propaganda ucraniana está más dirigida al exterior que al interior porque en Ucrania lo que necesita es que un tercero intervenga a su favor. ¿Quién? Pues los ejércitos de la Unión Europea o la OTAN. Hasta ahora no lo ha conseguido, pero sí ha conseguido mantener un poco este estado de tensión.

Si no, se hubiera terminado. En el caso de Rusia, las cosas son distintas, su batalla en la propaganda exterior la tiene perdida desde antes de que se iniciara este conflicto. El problema de Rusia viene de una cuestión más bien cultural, de foso cultural entre Europa occidental y la Europa oriental.

Luego tenemos la gran propaganda exterior que hace la Unión Europea, que hace Estados Unidos, que hace la OTAN. La de la UE es muy llamativa, es una propaganda basada en la agitación permanente, en elevar el carácter del conflicto, en personificar en Putin al enemigo.

La Unión Europea está dentro del conflicto, pero ¿cómo se está manifestando?

P.S: No se está tomando en serio la cuestión del combate, porque la Unión Europea, entre comillas, está dispuesta a combatir, pero a combatir hasta el último de los ucranianos. La Unión Europea no está combatiendo. Entonces, ¿Qué hace la Unión Europea? Sustituye el combate real, porque si la Unión Europea quisiera ayudar a Ucrania, no manda divisiones. Pues eso se suple o se compensa con una propaganda muy intensa de agitación y con otro tipo de intervenciones.

En primer lugar, yo creo que ha ganado en tener un objetivo común. La Unión Europea estaba muy deteriorada como proyecto después de la salida del Reino Unido por el Brexit y por otro tipo de cuestiones que no se habían gestionado bien

¿Cuáles son los intereses de la Unión Europea en el conflicto?

P.S: Los intereses de la Unión Europea aquí son muy claros, son intereses políticos, son de supervivencia de la propia Unión Europea. Tener un desafío común propio, esto se produce por el Brexit, por ejemplo, intentar levantar un embrión de proyecto de defensa europea, etc. Entonces, eso lo tienes que hacer con una propaganda muy intensa elevando la amenaza.

¿Qué gana exactamente la Unión Europea con el conflicto?

P.S: La Unión Europea ha ganado varias cosas, a mi juicio, la cosa es que esa ganancia la pueda mantener el tiempo. En primer lugar, yo creo que ha ganado en tener un objetivo común. La Unión Europea estaba muy deteriorada como proyecto después de la salida del Reino Unido por el Brexit y por otro tipo de cuestiones que no se habían gestionado bien o que el gran público no había entendido bien. La Unión Europea habla de guerra, pero la Unión Europea no está combatiendo. Pero sí ha conseguido crear esa idea de que la Unión Europea está en guerra. Esto es un poco como cuando se hablaba de guerra al covid. Es un poco lo mismo. Bueno, un virus no se le detecta a la guerra. Pero sirve para movilizar a la población en el corto y a veces en el medio plazo. Y eso lo ha conseguido. La Unión Europea ha conseguido, entonces, que durante un tiempo se esté hablando por una sola voz y se tenga un cierto proyecto común. Ahora ha conseguido elevar el gasto público y con seguridad de defensa del 1,5 al 2%, que no lo habría conseguido nunca jamás sin un conflicto a las puertas del territorio de la Unión Europea. Y ha conseguido también que se empiece a plantear en Europa una suficiencia energética que necesariamente va a pasar por energías renovables y por las energías nucleares, que, digamos, estaban muy denostadas en el subconsciente colectivo de países claves de la Unión Europea como Alemania. Eso ya se ha conseguido. Alemania ya ha logrado que la Unión Europea, que la energía nuclear, sea considerada una energía limpia y verde y, por lo tanto, pueda recibir ayudas de la propia Unión y del propio gobierno alemán para desarrollarla.

Otra cosa es hasta qué momento pueda seguir haciendo eso. Pero la Unión Europea está en un momento delicado porque, en este nuevo orden mundial en el que surgen otras potencias y en que el eje se desplaza del Atlántico al Océano Pacífico, con el enfrentamiento entre Estados Unidos y China, la Unión Europea se desperfila.

Por lo tanto, el conflicto de Ucrania ha sido una especie de llamado a rebato para que los países miembros de la Unión Europea se cohesionen e intenten, de alguna manera, desarrollar proyectos comunes más allá de la moneda común, Erasmus y de algunas cosas más, sino que desarrollar un proyecto de seguridad y defensa colectivo. Eso no se hace en dos años, ni mucho menos, lleva mucho tiempo. Pero, para empezar, necesita que la Unión Europea y su población perciba, una amenaza y, por tanto, al percibir una amenaza, esté dispuesta a afrontarla económicamente.

Hemos visto a países históricamente neutrales, como Suiza y Finlandia, que han querido entrar en la OTAN. ¿Qué nos quiere decir esto?

P.S: Bueno, quiere decir que, efectivamente, esa amenaza que se ha elevado de categoría, ha surtido efecto y, efectivamente, países que mantenían una tradición de neutralidad han renunciado a esa tradición de neutralidad. Eso, evidentemente, tiene consecuencias. Tiene consecuencias para los propios ciudadanos de esos países. ¿Son conscientes de que entrar en la OTAN tendrá que suponer un aumento del gasto en defensa, por ejemplo? ¿O son conscientes que perder la neutralidad en caso de un conflicto armado real con Rusia, no un conflicto armado a través de Ucrania, con intermediarios, supondría una amenaza real? Bueno, eso es lo que tienen que evaluar esos ciudadanos. Pero creo que, digamos, la propaganda ha funcionado bien, porque son cosas que se han conseguido en muy poco tiempo y sin voces  críticas. Llama la atención que en el espacio de la Unión Europea y aledaños  como Suiza y demás, pues haya tan poco debate y tan poca resistencia a eso, porque los conflictos armados tienen varias salidas. No solo hay una salida militar. Los conflictos armados tienen una dimensión política y, por tanto, antes o después la política tiene que entrar. Y no se habla mucho de política.

Se habla de aumentar la ayuda militar a Ucrania sin decirnos cuántos ucranianos han muerto hasta ahora. Datos bastante importantes, ¿no? No nos lo dicen.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Plugin the Cookies para Wordpress por Real Cookie Banner