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Ellas también deciden en el deporte

Las cuotas que establece el Consejo Superior de Deportes han aumentado el número de directivas femeninas en las federaciones, pero no son suficientes para lograr la igualdad.

Tres. Solo tres mujeres presiden una de las 66 federaciones deportivas que existen en España. Tres mujeres que tienen nombre y son la mayor autoridad, las que llevan la voz cantante en sus respectivos deportes. El pasado 2 de octubre de 2023 la Federación Española de Baloncesto sumó una representante más con la elección de Elisa Aguilar. Asunción Loriente dirige la de remo desde 2018 e Isabel García tomó las riendas de la de salvamento y socorrismo a la edad de 34 años, en 2004. Asunción nació en una familia remera asturiana, con su deporte estructurado, mientras que Isabel tuvo que establecer los cimientos del suyo en Castilla y León, aunque ninguna de las dos pudo evitar recibir una puñalada por la espalda. La experiencia les ha enseñado que el cambio nace desde la raíz. La cultura y la educación juegan un papel fundamental en la igualdad, tanto de derechos como de oportunidades.

El deporte femenino está viviendo una época de éxito, aunque no está siendo representado en las oficinas. Solo un 4.5 % de las federaciones deportivas son lideradas por mujeres. El dato es más optimista si reparamos en las juntas directivas al completo, con un 35 % de representación femenina, según un estudio publicado por la Asociación del Deporte Español (ADESP). A nivel autonómico, la cifra de mujeres en la presidencia es ligeramente superior, pero sigue siendo escasa (7 %). Las cuotas que establece el Consejo Superior de Deportes (CSD) han logrado cierta paridad en los últimos años, pero no llegan a ser suficientes, tal y como señala Asunción, dirigente de la Federación Española de Remo: “Suficiente no es, porque hay que llegar a la raíz del problema. Todo pasa por la educación”.

Isabel, pionera en lo que a la dirección deportiva femenina se refiere tras 30 años en los despachos, la ve como una medida innecesaria: “No me gustan las cuotas porque creo que cada persona se merece el puesto si tiene la capacidad para llevarlo a cabo”. La presidenta de la Real Federación de Salvamento y Socorrismo, también de la federación latinoamericana y vicepresidenta de la europea en el mismo deporte, cree que “hay mujeres muy capaces, pero hay que pensar en ellas para que estén en la ecuación”. La cuestión no es valorar el nivel de eficacia de las cuotas, sino el hecho de que se haya tenido que recurrir a su existencia. Para Isabel, el problema llega cuando te planteas que tiene que haber una paridad sin pensar en las mujeres capacitadas que hay en todos los ámbitos de la sociedad. También asegura que “las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres, pero cuando piensan en determinados puestos solo ellos son considerados para ocuparlos”.

Ambas fueron reelegidas. Asunción en 2021, en tanto que Isabel lo consiguió hasta en cinco ocasiones, la última en el año 2020. A pesar de ello, recibieron sendas mociones de censura por parte de una oposición “ofendida”. Achacan el incidente a las “antiguas estructuras” que todavía perviven en el deporte. Cuando Isabel comenzó su andadura en la gestión deportiva en 1993, solo tenía 20 años, y se encontró con que estaba rodeada de hombres mucho más mayores. “La diferencia con mis compañeros era de 40 años. No les cuadraba una mujer joven en la mesa ejecutiva”, comenta. Sobre aquella etapa, recuerda que no se sentía cómoda y que tuvo que ganarse el respeto, puesto que a las mujeres se les miraba con otro prisma: “De un hombre se espera que lo haga bien, pero la mujer es cuestionada, se lo tiene que ganar”. Asunción sintió que la entendieron como un mal menor y menciona que “a esas personas que ejercen su trabajo de forma anticuada les cuesta mucho asimilar que intentes hacer las cosas de manera diferente”. Defensoras de la meritocracia, creen que es el camino más sensato para llegar a la igualdad, pero aún queda mucho trabajo por hacer, porque el problema es la mentalidad de la sociedad. “No por ser mujer mereces el puesto, pero por la misma razón tampoco te deben negar el acceso a él”, reconoce Asunción.

En el momento en que sufrieron la moción de censura, habían sido recientemente apoyadas por esa misma asamblea, lo que les condujo a la incredulidad. Cuando los sectores reaccionarios tratan de regresar al poder, les resulta más sencillo quitarte de en medio por ser mujer, denuncia Asunción. La directiva de remo insiste en el concepto de “viejas estructuras” para referirse a los individuos que no pudieron conseguir la posición que querían y se negaron a aceptarlo: “Ninguno esgrimió argumentos válidos en mi contra, por lo que no fue a más. Yo quiero luchar contra esas viejas estructuras y me niego a ofrecer puestos por el mero hecho de querer tener el poder”, aclara Asunción. La presidenta asturiana consiguió superar el intento de su oposición por derribarla, aunque una parte de la asamblea sigue en su contra, según cuenta.

Asunción Loriente, presidenta de la Federación Española de Remo, en su despacho ubicado en la calle Ferraz | Fotografía: Josu Álvarez

La situación con la que tuvo que lidiar la presidenta castellanoleonesa fue más compleja. En el año 2004, se encontraba en la junta directiva y la Federación Española de Salvamento y Socorrismo atravesaba una etapa poco apetecible para cualquier gestor. Según relata: “Cuando comencé a denunciar las cosas que no me cuadraban se generó una situación complicada y decidí dimitir. Después pensé que si el nivel de gestión que estaba llevando a cabo el presidente de ese momento durase cuatro años más, la federación acabaría desapareciendo y las autonómicas no se podrían sostener”. Tras su dimisión, volvió a presentarse para representar a lo que denomina como estamento deportivo. “Me volví a presentar para representar a deportistas, árbitros, técnicos y al estamento deportivo en general, puesto que me enfrentaba al estamento directivo, gestores de las autonómicas que tenían una postura más centrada en lo económico”, asegura. Llegó nuevamente al cargo y se propuso una moción de censura en su contra, aunque al igual que Asunción, ella también logró salir indemne. Supo por qué querían deshacerse de ella cuando se encontró con una realidad que amenazaba a sus predecesores: “Conseguí ganar las elecciones por un voto y llegué a la federación con un agujero económico bestial, llevaban cuatro años falsificando la contabilidad. Me la encontré en absoluta quiebra con un déficit acumulado de cuatro años”. Pese a estar inmiscuida en tal complicación, ella se negaba a perder todo lo que había construido por la negligencia de otros, así que decidió mostrar el mal estado de la federación, el cual se propuso resolver. “La única manera de que eso no se hiciese público pasaba por quitarme del cargo mediante una moción de censura y que se ocupasen los que estaban antes, me trataron como si fuese un trámite, una comisión gestora. Eligiesen a quien eligiesen, la realidad con la que tenía que lidiar el que presidiera la federación era esa. La asamblea tenía que ser consciente de ello”, explica.

Las subvenciones del Consejo Superior de Deportes
Desde el año 2014, el Consejo Superior de Deportes (CSD) establece un mínimo de participación femenina en la gestión de las federaciones deportivas para poder optar a subvenciones o cuotas. Solo las federaciones que cumplan con la demanda del consejo podrá recibir apoyo económico. En 2019, decidieron cambiar los requisitos y se comenzó a exigir un número de al menos 4 mujeres o un 40 % del total de la junta directiva.
El pasado año 2022 supuso otro punto de inflexión, pues se volvieron a modificar las exigencias para incrementar la representación femenina en los despachos. Se fijó un porcentaje mínimo del 25 % que se debía respetar en función del tamaño del organismo. Es decir, es una cifra proporcional a la cantidad de miembros del órgano directivo, o lo que es lo mismo, por lo menos una cuarta parte de la junta directiva debe ser mujer. En concreto, si la junta es de 15 personas o menos, debe haber un mínimo de cuatro mujeres; si es de hasta 20 personas, el número asciende a cinco mujeres; si es de hasta 25 personas, seis mujeres, y siete mujeres en el caso de las juntas con más de 25 personas.

La educación y la visibilidad, claves

Para que este tipo de conductas cambien, las presidentas proponen que tanto las entidades públicas y educativas como los medios de comunicación tomen cartas en el asunto para promover el deporte entre las mujeres. “Es necesario que desde pequeñas tengan referentes. Hay que educar desde la base y la educación se cambia desde el ejemplo”, afirma Isabel sobre la importancia de tener referentes femeninas. Desde la dirección de salvamento y socorrismo defienden que están luchando por lograr la igualdad del estamento deportivo. Los informes más recientes del Consejo Superior de Deportes (CSD) registran un aumento en el número de deportistas licenciadas y entrenadoras de todos los deportes a nivel nacional, salvo las árbitras, que han descendido. En 2014, año en el que se establecieron las cuotas para las directivas, también se intentó fomentar la mujer deportista. Entre el total de deportistas españoles, el 21 % eran mujeres. Las últimas cifras datan en el resumen de 2022, que recogen un 24.3 %. En el caso de las entrenadoras, hace 9 años constituían un 14.4 % del total, mientras que en 2022 el porcentaje ascendió a un 22 %. Todos son datos que recoge un organismo en el cual es difícil encontrarse con una mujer cuando entras al edificio.

Asunción cree que se debe estimular la participación para que esta aumente aún más, ya que el hecho de que las mujeres practiquen deporte cambiará la concepción que tiene la sociedad de asociarlo con el hombre. Dice la presidenta de remo: “Si las mujeres practicamos el deporte igual que los hombres, también deberíamos poder tomar decisiones, ya que muchas de ellas nos afectan”. Isabel no se queda atrás y recalca que para que las mujeres puedan dar el salto a los despachos deportivos es necesario educar a la sociedad en valores de igualdad, aunque atribuye a las propias mujeres parte de la culpa: “A muchas les cuesta dar el paso porque intimida un sector lleno de hombres, pero si queremos un cambio tenemos que propiciarlo nosotras mismas porque también nos limitamos, como si fuese una especie de nivel reservado para hombres. Todo es una cuestión de educación”.

No solo educar, también visibilizar. Ambas consideran la elección de Elisa como fundamental. “Es una federación de las grandes, una que está en las noticias todos los días”, comenta Asunción. Isabel interpreta que “es importante que determinados deportes apoyen a mujeres en puestos directivos y den visibilidad para que el resto de mujeres sepan que pueden llegar”. De hecho, el baloncesto es el deporte que más mujeres practican. El número es de 130.644 licenciadas en 2022 y supone el 35 % del total de practicantes, según el CSD. Elisa es el reflejo natural de ello. Asunción opina que una federación como la de baloncesto da mayor visibilidad a la mujer en la gestión. Las otras dos, las de remo y salvamento y socorrismo, siendo más pequeñas pocas veces aparecen en los medios de comunicación. Paralelamente, los medios desempeñan una labor significativa, debido a la capacidad de visibilización que atesoran. “Nosotros tenemos a campeones y campeonas del mundo que nunca van a abrir un telediario, pero lo son», matiza Isabel.

A pesar de todo el trabajo que queda por hacer, Asunción hace gala de su optimismo y confía en encontrarse con más mujeres dirigiendo federaciones el próximo 2024: “Yo soy optimista por naturaleza y creo que aumentarán, incluso a nivel autonómico. No de manera exponencial, pero por las jornadas que hacemos por las mujeres sé que hay candidatas capaces. Espero que en 2024 seamos más”. Las presidentas han hablado y hacen hincapié en la educación, necesaria para construir un futuro más igualitario en el deporte.

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