Contraplano

Cronología de mi 8M, ocho días después

14:30

Llego a casa y saco a mi perra. Le pido perdón porque hoy no será el paseo de tres cuartos de hora que solemos hacer. Tengo muchas cosas que dejar ya hechas para las clases de mañana porque hoy es 8M. Y toda la tarde está reservada para salir a gritar.

15:04

Pongo el telediario. A pesar de ser “el día de la mujer”, la violencia hacia nosotras no cesa. Un grupo de chicos menores abusa de una compañera suya. Almeida se tira desde una cama elástica y se debate si ha sido o no preparado. Yo estoy pelando patatas porque quiero hacer una tortilla para mí y Jack, mi amiga y compañera de piso. Vamos a ir juntas a la manifestación y pienso que nos dará hambre por el camino.

16:15

Rox (que empezó siendo nuestra casera, pero informalmente nos ha adoptado, por lo que ahora es nuestra madre putativa) se despierta. Tiene 58 años y un feminismo que probablemente dé mil vueltas al mío. Y me encanta porque con ella aprendo mucho. Saluda primero a Hannah. Luego se da cuenta de que estoy en casa.

“¿Otra tortilla? ¿Sabes que ya tendrías que haber sacado los huevos no?”

Rox fue la que me enseñó a hacer la tortilla. El día anterior. Hoy quiero hacerlo yo sola. He de decir que me quedó muy bien, y que ni siquiera llegó a la manifestación.

16:30

Jack llega del trabajo. Es empleada de hogar y cobra por horas. Hoy le tocaba limpiar un set de rodaje. Solemos salir juntas, sobre las 8AM. Yo voy a la uni y ella, donde sea que le manden. Tenemos la misma edad. Me dice que está cansada y que le da pereza ir a la manifestación. La amenazo con que si no viene no hay tortilla. La convenzo.

“Venga, Rox. Vente tú también”

A Rox no le gusta salir de casa. Tiene problemas de sueño y hace un año perdió aquello que más amaba en el mundo: su perrita. Otro año antes, su única familiar que la quería de verdad: su tía. Su marido murió meses después de ésta, pero nos suele contar entre risas que ese le dio más igual. Que era un gilipollas.

17:00

Jack me ayuda a fregar los platos mientras yo termino de darle la vuelta a la tortilla. Se me pega. Pero se soluciona al instante. Aparece Rox por la puerta de la cocina.

Bueno, venga, a qué hora salimos.

Jack y yo nos miramos con cara de ilusión. Rox dice que no sale sin su cocacola y unos pistachos. Ella es vegana y no puede comer tortilla.

Pero primero me voy a duchar y antes de ir al bus tengo que pasar a por mis pastillas

Asentimos. Pero les informo que yo quiero ir al bloque de las migrantes y las putas. Ese sale de la Plaza Murillo a las 18:15. Así que arreando que es gerundio.

18:10

Intentamos llegar a la plaza, pero es imposible. El bus, que normalmente circula hasta allí, hoy ha parado en Embajadores. Nos extraña porque vemos luego otros buses pasar más cerca. A Rox solo le quedaba un billete de vuelta, así que decidimos pasear y disfrutar del camino. Nos paramos en cada escaparate de libros y hablamos sobre algunos que hemos leído. Rox parece que se los ha leído todos. Nos inventamos rimas para gritar en la marcha. Su favorito es: El viento, el viento, limita el movimiento. El de Jack: las inmigrantes también somos pensantes. Yo soy más tradicional: manolo, manolo, hazte la cena solo.

Vemos una tienda de animales. Rox insiste en aprovechar para comprarle un dentastix a Hannah. Miro la hora. Bueno, vale.

18:35

Llegamos a Atocha. Hay mucha gente. Reflexiono a dónde quiero ir. Es imposible llegar ya a la Plaza Murillo, y probablemente ellas ya hayan partido. Y se me enciende una bombilla (y probablemente muchas lo hayamos pensado):

Qué tontería la de hacer una marcha dividida, si somos todas mujeres en busca de igualdad.

Solo hay dos opciones: La manifestación en contra de la ley trans y a favor de la abolición de la prostitución. O la de toda la vida (bueno, desde 2018), la que es de todos, todas y todes. Pues, irónicamente, decidimos “ser tradicionales” e ir a la de “toda la vida”.

18:47

Parece que el miedo a equivocarse de marcha también es un sentimiento común que se palpa en el ambiente. Un grupo de chicas que hay a nuestro lado también duda.

“Tía, que yo paso de ir a la tránsfoba”.

Leo carteles, pero es imposible diferenciar. Es que todas reivindicamos lo mismo: igualdad entre hombres y mujeres, acabar con la violencia machista. Pero hay pequeños detalles que marcan la diferencia. Busco en internet. La marcha tras incluyente parte a las 19:00 desde Atocha. Aquella que parece que ya está en camino es la abolicionista. Decidimos esperar.

19:05

Todavía no hay ambiente de manifestación, pero ya estamos en marcha. Aún hay grupos que van contracorriente. Otras siguen sentadas en las terrazas. Pero se va moviendo y se va formando la masa. Caminamos un poco más, pero de repente, una bifurcación.

¿Por la de Atocha o por el Paseo del Prado?

No lo sé.

Muchas tampoco lo saben.

Rox se agobia y nos apartamos.

Yo me agobio y me siento mal.

Por qué hoy también tenemos que dividirnos.

Jack ve una enorme bandera trans ordenándose al inicio de una de las calles de la bifurcación. Entonces es ahí. 

19:45

A Rox le encantan los tambores y no para de bailar. Jack hace fotos y me pregunta qué significan varias banderas. Le cuento que son las del Partido Comunista Español y otras del Sindicato de Estudiantes. De este último le cuento una anécdota que me recuerda un poco a lo que podría haber pasado hoy.

En 2017 quería ir a una manifestación del sindicato de estudiantes por no se qué reforma. Mis amigos y yo nos equivocamos y fuimos a la manifestación en contra, al frente de estudiantes. Teníamos pegatinas del sindicato puestas en la mochila. Casi nos dan una paliza.

20:00

Ellas se divierten y celebran. Rox incluso se emociona. Yo me hago la dura, pero también quiero llorar. Mujeres unidas, fuertes y seguras. Parece utópico. Seguimos andando y nos vamos moviendo de bloques. Rox bromea diciendo que ella se queda con las jubiladas. Pues nos quedamos. Gritan mucho y eso nos encanta. Aunque yo no grito tanto porque intento ir con una mirada más periodística. Veo a los típicos hombres que van vendiendo cerveza o agua. A una mujer con su niña vendiendo pulseras moradas. Cartelitos de la palabra PAZ tirados por el suelo, por la basura. Lo detesto puedo evitar verlo y pensar.

Veo carteles que hablan de que las mujeres ya no lloramos, que las mujeres facturamos. Pero no veo carteles que reivindiquen una ley de extranjería para que aquellas que no puedan facturar de verdad.

20:35

Decidimos avanzar para descubrir más bloques. Yo busco paraguas rojos. Es la seña de identidad del bloque al que quiero ir. Pierdo la esperanza así que intento disfrutar. Me encuentro a varias conocidas. Saludamos y reímos. En el 8M solo puede haber buen rollo y lucha.

Y Jack me da una alegría. Señala a nuestra derecha, a unos 100 metros de nosotras.

Tía, mira, paraguas rojos

Y soy muy feliz. Y voy corriendo hacia ellas. Y Rox y Jack se quedan atrás. Y aunque vuelvo la mirada para no perderlas de vista, corro hacia los paraguas rojos. Y están gritando mucho. Y tienen silbatos. Y tambores. Y llevan máscaras blancas. Y me dan un folleto y lo leo entero. Y hacen muchísimo ruido. Y me encanta. Y llegan Rox y Jack. Y se ponen a saltar conmigo. Y nos ponemos delante del bloque, que están las más gritonas. Y olvido la mirada de periodista. Y me posiciono. Y dejo de ser neutral. Y siento que es mi lugar. Y grito hasta quedarme sin voz: Aquí estamos las feministas anti racistas.

6 comentarios en «<strong><em>Cronología de mi 8M, ocho días después</em></strong>»

  • Hermosa crónica
    Me encanta su manera de escribir.
    Me conmovió mucho y me puse a llorar, al fin de una manera espectacular, de la única manera posible en que yo, pueda visualizar, en mi mundo de letras, me hizo vivirlo, tal como los grandes escritores, me transportó a ese lugar . Probé la tortilla, saludé a Hannah y ahí junto a ustedes salte y grite de emoción, abrace a Rox y a ella , hasta me reí mucho con las ocurrencias.
    Muchas muchas gracias porque para mí esto es un regalo.

    Desde Ecuador, la madre de Jack.

    Respuesta
  • Es increíble el poder que tienen los escritores con las palabras. Te llevan al mundo que ellos te están contando y te envuelven para que sientas lo que ellos quieren que sientas.
    En mi caso, has hecho que reviva ese día como si al momento de leer tu crónica estuviera en ese momento una vez más. Que para mí fue una de las mejores experiencias que ojalá no se celebrara sólo un día al año.

    Vas a llegar lejos Mika!

    Respuesta
  • Una lectura muy amena que provoca leer de principio a fin. La parte que más me gustó, fue la que menciona a Shakira. 😁 Al fin y al cabo, soy colombiana y me enorgullezco del éxito de los míos.
    Me encantan tus escritos, Mika. Un abrazo desde mi país y, eso sí, no desistas de escribir. 🤗

    Respuesta
  • I am not really that good in spanish language but I can feel that the author wrote this article with his/her heart.

    Respuesta
  • Ese día iba acompañando a mi mujer. Yo prefería quedarme en casa haciendo mi parte de las tareas domésticas. Somos un matrimonio joven y creemos y ponemos en práctica el reparto de tareas. En fin, como no había ido nunca tenía una imagen un poco distorsionada del movimiento 8M. En mi cabeza me veía rodeado de mujeres furibundas por el hecho de ser un hombre, un intruso.
    Pues tengo que decir que fue una experiencia enriquecedora y coincido en la forma tan sencilla y fácil de entender de la autora de este artículo. Lo que ella explica y cuenta fue exactamente lo que yo viví y curiosamente había muchos hombres que como yo habían ido a acompañar a su mujer y luego terminamos todas, todes y todos siendo un solo ser. Me ha emocionado la forma de escribir de Mika Cil. Sigue así y me tendrás leyendo más artículos tuyos.
    Un saludo

    Respuesta
  • me encantó. tanto el contenido como la forma. de un ex alumno orgulloso.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Plugin the Cookies para Wordpress por Real Cookie Banner