Antonio Caño: «A mí el periodismo me lo ha dado todo»
Egresado de una de las primeras promociones de la Facultad de Ciencias de la Información, Antonio Caño, ex director de El País, volvió a su Alma Máter el pasado 22 de noviembre para presentar su libro de memorias Digan la verdad (La Esfera de los Libros, 2022). Ante estudiantes de periodismo, exhortó a ejercer su profesión con sencillez, pero con conciencia.
“Este es un oficio sencillo”, dijo. “Esto no es física cuántica, el periodismo se puede ejercer con conocimientos bastante básicos y rudimentarios. Los periodistas que conocí en mis comienzos sabían leer y escribir y poco más; lo que sí tenían era un enorme atrevimiento para ganarse la vida. Hay que ejercer la profesión con sencillez y con humildad, sin pretender tener más influencias de las que ya se consiguen dado los datos y preguntando las cosas de una manera rigurosa y clara”.
Caño comenzó su carrera “por pura casualidad” en la Agencia EFE. “Ahí tuve un profesor, Enrique Vázquez, que siempre me decía que cualquier tentación literaria sería perseguida como si se tratara de la peste. En ese periodismo me eduqué yo”, contó.
Así, más allá del rigor de la información y su trascendencia, aseguró que el periodista no debe pretender cambiar el mundo. “Los alumnos se sienten frustrados cuando les digo que desde mi punto de vista no están aquí para cambiar el mundo. Yo lo entiendo, porque a los 18 o 20 años quieres hacerlo. Yo lo digo de forma provocadora. Desde luego que toda la actividad humana puede cambiar el mundo y el periodismo bien ejercido lo puede hacer, pero involuntariamente. Algunas noticias empeoran el mundo, pero eso no puede impedir que las cuentes. Uno no escribe solo las noticias que pueden cambiar el mundo; uno escribe lo que pasa y trata de contarlo bien”.
A propósito de sus “apuntes sobre un oficio en peligro de extinción”, como reza el subtítulo de su libro, Caño ofreció algunas claves: “Conservemos la credibilidad que es la única arma que puede quedarnos”, recomendó. “Saber bien qué es lo que tenemos que hacer y aplicar esa plantilla. Utilizar los instrumentos adecuados para cumplir con nuestro trabajo. Luchar contra los conflictos morales y escribir sin ideologías ni prejuicios ni intenciones previas. Ejercer siempre con conciencia e independencia profesional”.
Asimismo, respecto a la formación de futuros periodistas, destacó la importancia de insistir en los principios. “Es fundamental el compromiso social, el compromiso democrático. Ser activistas, pero por la democracia, lo cual es una obligación del periodista para poder contar las cosas que nos pasan. No conozco otra profesión en la que haya una distancia tan grande entre la facilidad de su ejecución y la trascendencia de sus consecuencias”.
Y abundó: “Es responsabilidad de cada profesional formarse; entre más sepa de economía, de derecho, de historia, mucho mejor, para que no lo engañen. La escuela tiene que darte las bases, los principios, y luego cada profesional tiene que ejercer su profesión formándose, leyendo, estudiando”.
Desde su primera cobertura importante, la del golpe de estado en Guinea Ecuatorial en el año 1979, pasando por su corresponsalía en Washington, hasta su último cargo como director de El País, el cual dejó en 2018, Digan la verdad recupera las “memorias de un periodista” de largo aliento.
“He recorrido el mundo entero gracias a ser periodista; he conocido gente a la que jamás hubiera podido acceder gracias a ser periodista, he aprendido y vivido aventuras emocionantes, situaciones indescriptibles; a mí el periodismo me lo ha dado todo, las ventajas del periodismo para mí las tiene todas. Siendo conscientes de los inconvenientes y teniendo que reparar en los problemas de la profesión, nos quedamos con las gigantescas ventajas que esta profesión ofrece”, concluyó.