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Esther del Campo García: “La Complutense es una institución muy patriarcal”

La decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Esther del Campo García, aspira a convertirse el próximo 21 de marzo en la primera rectora de la historia de la Universidad Complutense de Madrid. Es la candidata con un perfil más mediático, curtida en numerosas polémicas a cuenta de los actos que se celebran y se dejan de celebrar en su facultad. El último, un homenaje a las víctimas de ETA que se canceló por una inundación. Del Campo rechaza los ataques políticos y se desmarca de ideologías, defendiendo su facultad como un lugar plural de convivencia y respeto, valores que espera trasladar a toda la universidad.

¿Cómo afronta esta candidatura a rectora de la UCM?

Bueno, espero que sea la primera y la última. Como ahora la LOSU (Ley Orgánica del Sistema Universitario) no permite la reelección, será un solo mandato. La afronto con mucha ilusión y también con mucha responsabilidad. Sé que es una tarea complicada la que nos toca, pero estoy dispuestísima a asumirla. Además, disfruto mucho conociendo otros centros y facultades y viendo la gran diversidad que hay, cada uno con su problemática distinta.

¿Por qué decidió presentarse a estas elecciones?

Por una combinación de factores. Lo llevo diciendo más de cuatro años. Cuando vino Goyache a la facultad en las elecciones de 2019, yo ya le dije “oye, tú ahora si ganas vas a estar cuatro años, pero después yo voy a ser rectora”. Es algo que yo ya tenía pensado.

Estoy en un momento vital importante, cumplo 60 años, y soy catedrática desde 2007. He sido decana, directora del ICEI (Instituto Complutense de Estudios Internacionales), he estado en tareas de investigación y de evaluación, estoy en la Junta Electoral Central… Es hora de que una mujer salga elegida y yo puedo aportar mucho en temas de conocimiento de la institución. Creo que es el momento y que, desde la responsabilidad, puedo cambiar las cosas. 

¿Cuáles son los puntos clave de su programa que le podrían llevar a ser elegido el próximo día 21?

Me parece que tengo las cualidades y los conocimientos, es decir, sé de qué va esto y qué podemos hacer y qué no podemos hacer para transformar nuestra universidad. En segundo término, creo que mi liderazgo es un liderazgo de mayor empatía y capacidad de negociación y conciliación. Hay problemas que son importantes estratégicamente para la universidad y pienso que se pierde mucho tiempo en problemas de coyuntura. Yo podría amueblar mi despacho a la última moda, pero eso no es estratégicamente relevante. Tenemos que pensar en cuestiones de docencia, de investigación, de mejorar las ayudas a los estudiantes, de financiación con la comunidad… Eso es lo fundamental.

Por primera vez en 200 años de historia hay cuatro mujeres candidatas. ¿Qué le parece este impulso de las mujeres para liderar una de las universidades más importantes del mundo?

Me parece estupendo. Y creo que, además, deberíamos haber dado ese paso con anterioridad, porque ha habido mujeres preparadas y con capacidad de liderazgo para hacerlo, lo que pasa es que esta es una institución muy patriarcal. Aquí te promocionabas si venías de determinados grupos. Sobre todo, los hombres, pero también algunas de las mujeres que se presentan, que en el fondo vienen de haber participado en equipos anteriores. Y defino mi candidatura como de libertad absoluta, porque no le debo nada a nadie y creo que esto me va a permitir tomar las decisiones necesarias. Le rendiré cuentas al Consejo de Gobierno, a la comunidad universitaria y al claustro, pero no a intereses particulares.

De toda su trayectoria profesional, ¿qué destacaría?

Ha sido una trayectoria muy larga. Lo que demuestra mi currículum es una combinación de los tres elementos que forman parte de nuestra carrera profesional: la docencia, la investigación y la gestión. He sido docente desde 1990 y, por tanto, ya he cumplido más de seis quinquenios de docencia y lo he disfrutado. También he mostrado mi capacidad para formar parte de proyectos de investigación de ámbito nacional e internacional. Al mismo tiempo he hecho la parte de gestión, he sido de todo, desde secretaria de departamento hasta decana de la facultad. Intentar combinar las tres cosas no es fácil. Hay gente que es buena enseñando, pero no hace carrera investigadora, y hay gente que es buena investigando, pero desprecia la docencia, cosa que no debe hacerse. Yo diría que soy mejor docente que investigadora porque me encanta la docencia y creo que es fundamental. Y soy buena gestora.

¿Es quizás como rectora lo más arriesgado que ha hecho en su carrera?  

No, no. De hecho, estoy absolutamente tranquila, tengo una serenidad extraordinaria. Estoy intentando disfrutar todo lo que pueda de esta oportunidad. A medida en que uno se va haciendo mayor y adquiriendo experiencia, va teniendo una cierta tranquilidad. Yo creo que he sufrido más, por ejemplo, en oposiciones. Ahí se sufre mucho, sobre todo cuando estás iniciando una trayectoria. Y más en las viejas posiciones, donde no te acreditabas, sino que competías con otros y estabas en manos de un tribunal que muchas veces tomaba decisiones no meritocráticas sino en función de filias y fobias. Afronto esto con una gran tranquilidad e intentando convencer a todos de que soy la mejor opción.

¿Cuál será la primera medida que tomará si es elegida rectora?

Yo soy una persona reflexiva. Creo que soy la única que en su programa dice que hay que pararse un poco y pensar realmente en cómo estamos y qué diagnóstico tenemos. Es muy urgente solucionar la precarización del personal docente, la promoción del personal de servicios y mejorar las infraestructuras. Pero todo eso lo tenemos que ordenar en una especie de mapa y ver qué sería lo más necesario en un primer momento.

No hay una sola medida, hay que sentarse a hacer un diagnóstico profundo de la situación en un contexto muy difícil, pero que también ofrece muchas oportunidades, como la inmediata aprobación de la LOSU. Veo al actual rector como con una especie de camisa de fuerza, luchando contra la LOSU, y eso no tiene sentido. La dirección correcta es ver qué necesitamos, cómo podemos aprovechar esta coyuntura para poder salir de ella con fuerzas renovadas, no darse cabezazos contra la pared, que es lo que está haciendo este rector.

Yo nunca me he significado políticamente. Si por político entendemos que tengo un proyecto que busca resolver los problemas de una determinada manera, más equitativa, más abierta, más autónoma, entonces sí

Si es elegida, seguramente tendrá que dejar de dar clase, ¿qué echará de menos de la tarea docente?

Lo llevaría mal. Algo clase tendría que dar, aunque fuera un poquito. Dar clase es muy grato. Si te gusta, es lo mejor que puedes hacer en la vida. Yo podría tener una descarga completa, es decir, podría no estar dando clase ahora mismo, pero lo hago porque realmente para mí es una satisfacción. Todos los años ves gente joven que te plantea problemas nuevos y te los plantea de forma distinta, y cada grupo es distinto, y cada persona que forma parte de ese grupo también es distinta… Todo eso lo extrañaría muchísimo.

¿Qué papel cree que deben jugar los estudiantes en esta universidad?

Para mí son vitales. Eso se ve en mi programa. En todas nuestras tareas, los estudiantes son una parte fundamental. Hacemos investigación para poderla transferir a la clase, hacemos docencia porque hay estudiantes. Nosotros tenemos una comisión de participación en la que están representados los distintos sectores de la Junta y todas las asociaciones. Somos la única facultad de esta universidad que la tiene. Cuando hicimos un plan estratégico y se preguntó a los estudiantes qué era la facultad para ellos, dijeron que era su casa. La universidad no se entiende solamente como un lugar donde uno viene a estudiar, o a la biblioteca o a clase, sino que es un lugar de convivencia. Esto implica enseñarles a nuestros estudiantes determinados valores, por ejemplo, el respeto. Nosotros somos muy plurales, a pesar de lo que se diga por ahí. Aquí hay gente de todo tipo. 

¿Cómo planea rebajar las tasas sin disminuir la dotación económica de la UCM? ¿Ve factible que la Comunidad de Madrid aporte la diferencia?

Hay que hacer ver a la Comunidad que el esfuerzo económico que hacen las familias de las universidades públicas madrileñas es hasta tres veces superior al que hacen las familias de otras comunidades autónomas. El nuevo marco que plantea la LOSU habla también de que hay que incrementar los presupuestos por parte del Estado y de las comunidades. Ahora mismo, la Comunidad de Madrid ha tenido dificultades porque Vox votó en contra de los presupuestos. Todos los rectores de las universidades madrileñas acordaron no aprobar sus presupuestos hasta que no se aprobaran los de la Comunidad, pero el nuestro no lo cumplió. Los terminamos aprobando a finales del año pasado sin saber realmente cuál es la partida presupuestaria que la Comunidad va a destinar.

Creo que nosotros, como universidad pública, debemos dar la batalla para que los servicios públicos estén dotados adecuadamente. 

¿Qué les diría a quienes en alguna ocasión la han acusado de estar muy politizada?

Yo nunca me he significado políticamente. No he sido ni militante, ni afiliada, ni he estado en ningún acto de ningún partido. Si por político entendemos que tengo un proyecto que busca resolver los problemas de una determinada manera, más equitativa, más abierta, más autónoma, entonces sí. Aquel que os diga que su proyecto no es político, o no tiene proyecto o se está engañando. Otra cosa es que el proyecto sea de política universitaria, que es lo que yo sé hacer. Una universidad al servicio de la sociedad, con autonomía, libertad y debate.

Sin embargo, usted es vocal de la Junta Electoral de España a propuesta de Unidas Podemos.

Aunque en la Junta Electoral la propuesta es de los partidos, fue un acuerdo de toda la Mesa del Congreso. Y creo que fue una respuesta a una putada que me habían hecho. A mí me propuso Manuel Castells como rectora de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Él pensaba que era una decisión del ministro y, sin embargo, era una decisión del patronato. El ministro se fue de nuevo a California y yo me quedé aquí. Cuando el ministro volvió, ratificó como rectora a la profesora María Luz Morán. Me parece que fue por eso que se me propuso formar parte de la Junta Electoral Central.

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Imagen destacada: Esther del Campo García candidata a rectora 2023. (Fotografía: Paula Parra, La Videofactoría)

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