Elecciones a rector/a 2023EntrevistasSer complutense

Joaquín Goyache Goñi: “No llegamos al estudiantado, no les interesa nada lo que contamos, eso es un gran déficit”

Joaquín Goyache Goñi es rector de la Universidad Complutense de Madrid desde 2019. Este año se vuelve a presentar como candidato, pero esta vez tiene que hacer frente a seis rivales más que hace cuatro años. Recibe a Infoactualidad en la Facultad de Veterinaria, la que él sigue considerando su casa. A pesar de haber “cometido errores” como él mismo reconoce, asegura tener la experiencia necesaria para poder enfrentarse a otros cuatro años más como rector y atender a “todas las cosas que se me han quedado por el camino por hacer”.

¿Cómo afronta su segunda campaña como candidato a rector de la UCM?

Las sensaciones son buenas porque a mí me gustan, me divierto mucho, con las campañas. Esta es totalmente diferente a la de hace cuatro años porque en aquella solo nos presentamos dos candidatos y ahora nos presentamos ocho, que es el mayor número de candidatos desde que hay unas elecciones a rector por sufragio universal ponderado. Además, hay una grandísima novedad, se presentan cuatro catedráticas. La Complutense no ha tenido nunca una rectora. Ahora se ha roto ese techo de cristal que debía ser de hormigón armado.

¿Por qué se presenta de nuevo?

Porque creo que me han quedado muchas cosas por hacer. Nuestro proyecto no se pudo desarrollar completamente y tengo muchas ganas de seguir trabajando por mi universidad, esta universidad que me lo ha dado todo en lo profesional y muchas cosas en lo personal. Tengo la experiencia, la ilusión, las ganas, el entusiasmo para culminar proyectos y modernizar la universidad, y creo que se lo debo a esta institución. Mi experiencia es lo que me diferencia del resto, soy el único que ha sido rector de todos ellos. Los demás candidatos son grandes amigos míos y amigas, buenísimos candidatos y candidatas. Todos tienen experiencia como gestores, sin duda, pero yo soy el único que ha gestionado ambas cosas, he sido vicedecano y decano y he sido vicerrector en dos etapas con el rector Carrillo. También he sido director de cursos de verano y rector en circunstancias muy difíciles, como la pandemia, la crisis energética y económica que tenemos ahora, y en momentos de cambios legislativos como la implantación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario Español, la LOSU.

Por primera vez en 200 años de historia hay cuatro mujeres candidatas. ¿Qué le parece este impulso de las mujeres para liderar una de las universidades más importantes del mundo?

La Universidad Complutense es un reflejo de la sociedad española, es decir, el problema es que las mujeres no llegan a los puestos de gestión y dirección tan fácilmente como llegan los hombres. Es una realidad que no se puede obviar. El que en una universidad pública, donde se busca la igualdad de derechos y de oportunidades, no se haya presentado hasta ahora ninguna mujer, ninguna catedrática, es una auténtica aberración. Ahora se va a corregir, pero ha tardado demasiado en corregirse. Dicho esto, obviamente yo quiero ganar a cualquier candidato o candidata, sea hombre o mujer. Independientemente de que, antes o después, esta universidad necesite que haya una rectora, yo espero que ahora se elija a quien se considere que puede ser el mejor gestor o la mejor gestora. Cuando lleguemos a la plena igualdad, que espero que falte poco, entonces nos olvidaremos si se presenta una mujer o un hombre, o lo que sea, o que tenga una creencia u otra, o una orientación política u otra, se elegirá al mejor gestor o gestora, que es lo que necesitamos.

De toda su trayectoria profesional, ¿qué destacaría?

Yo, ante todo, soy veterinario, porque vengo de una familia de veterinarios: mi tatarabuelo era veterinario, mi bisabuelo era veterinario, mi abuelo era veterinario, mi madre no, pero su hermano, mi tío carnal, es veterinario, mi hermano y mi primo carnal son veterinarios, o sea, que es una tradición. Es de lo que más orgulloso me siento. Pero lo que más feliz y más tranquilidad emocional me da es que estoy aportando mi granito de arena para formar a los futuros veterinarios y veterinarias. No he podido tener más suerte en esta vida que enseñar a los que van a ser los líderes y las lideresas, a los veterinarios y las veterinarias que van a regir la salud en el futuro. Eso es lo más importante de mi vida y por eso, lo que más echo de menos, es el contacto con el estudiantado.

¿Es quizás presentarse a su segunda candidatura como rector lo más arriesgado que ha hecho en su carrera?

Fue más arriesgado en el pasado, porque no era tan conocido y me enfrentaba a un rector muy popular, Carlos Andradas, con mucho peso de muchos años en esta universidad, en la gestión. Fue más arriesgado y difícil en aquel momento, pero tuve la fortuna de ganar las elecciones. Si llego a saber que llegaría una pandemia, lo mismo nunca habría presentado (bromea). Pero, bueno, fueron unas circunstancias que me favorecieron; hubo dos candidatos, lo que era una rareza en esta universidad, y eso me dio una oportunidad. Igual si se presentan cuatro no paso siquiera a la segunda vuelta. Tengo también mis errores, porque un mandato de cuatro años en una época tan difícil, lógicamente, hace que te dejes muchos jirones de piel en el camino. Creo que ahora soy más conocido, para bien y para mal, y creo que he modernizado la universidad. Veremos lo que juzga la universidad, lo que decida la comunidad complutense será para bien, para la universidad y para mí, pase lo que pase.

Tengo la experiencia, la ilusión, las ganas, el entusiasmo para culminar proyectos y modernizar la universidad, y creo que se lo debo a esta institución. Mi experiencia es lo que me diferencia del resto

¿Qué es lo que se le ha quedado en la lista de tareas, lo primero que haría si volviese a ser elegido?

Se me han quedado tantas que no puedo decir una, aunque mi prioridad máxima son las personas. Quiero continuar trabajando con los colectivos, con las plantillas que son el PDI y el PAS, para promocionarlos, rejuvenecerlos y, sobre todo, con el estudiantado. Me preocupa el hecho de que ningún estudiante tenga que dejar sus estudios por causas sobrevenidas, socioeconómicas, sociopsicológicas, por salud… Hay que tratar de acompañar más al estudiantado, de darle más oportunidades, de que se sientan más integrados en la universidad. Todo lo que no sea trabajar por los estudiantes, para mí no tiene sentido. Y si beneficiamos al profesorado y al personal administración de servicios, lógicamente, vamos a estar mejor y el estudiante va a estar mejor. Todo eso supone modernizar más la universidad, que los edificios estén mejor, que haya más seguridad en el campus, que podamos desarrollarnos más como personas. Una cosa que no he logrado, creo que en parte por la pandemia y en parte porque he cometido algunos errores en esta gestión, es que los estudiantes y las estudiantes tengan un sentimiento de pertenencia a la universidad.

¿Cómo lleva haber dejado parcialmente la docencia para poder dedicarse a ser rector?

Fatal, yo quisiera estar dando clases toda mi vida y a todas horas. Ahora solo tengo unas sesiones de máster. Es lo que más echo de menos, tener más horas de docencia. El estudiantado es lo más importante para mí. Si vuelvo a salir como rector, seguiré con los másteres al cien por cien. Fíjate que yo, cuando acabé la carrera, juré que no iba a volver a la universidad, de lo disgustado que estaba, y mira dónde estoy. He descubierto que mi vocación es estudiar, formar a personas. De hecho, sigo manteniendo una relación óptima con muchos de los que fueron mis estudiantes.

¿Qué papel cree que deben jugar los estudiantes en esta universidad?

Un papel fundamental. Sin embargo, hemos logrado que no se interesen por la universidad, que solo crean que este es un sitio para sacar un título, y eso es una pena. No les hacemos participar, no les hacemos sentirse importantes, y la universidad debería ser un lugar no solo de formación de grandes profesionales, que eso lo hacemos muy bien, sino también de formación de personas, de desarrollo personal, de crecimiento. Y no hemos logrado que eso ocurra. Cuando simplemente se priman los estudios, se provoca cierto desapego. Es algo que hemos hecho de forma involuntaria, por supuesto, no lo hemos hecho voluntariamente, pero ocurre.

¿Se arrepiente de alguna decisión que haya tomado? ¿Rectificaría algo?

He cometido muchos errores en este mandato, muchos errores, pero no me puedo arrepentir de ninguno. Algunos van a tener consecuencias en estas elecciones, o sea que, sin duda, algunos son míos, y otros son sobrevenidos. Me han inducido a que ocurran, o han logrado que ocurran, personas ajenas a mí, algunas cercanas a mí, pero no puedo arrepentirme. Tengo que asumir los defectos en mi gestión. Mira, los éxitos son de mi equipo y los fallos son míos, y los asumo todos, y no me arrepiento de nada, aunque es verdad que ahora, conociendo ciertas cosas, lo habría hecho de otra forma.

¿Y cuál es el proyecto de que se siente más orgulloso o que le haya costado más sacar adelante?

De lo que más orgulloso me siento es del programa de Ayudas Económicas y Acompañamiento al Estudio Concepción Arenal. Lo creamos nosotros, lo implementamos nosotros y lo hemos desarrollado nosotros. Para mí, sacarlo adelante ha sido maravilloso, ya que hemos logrado acompañar psicológicamente y académicamente a estudiantes que lo necesitaban. Todas las personas que han sido beneficiarias de ese maravilloso programa están, además, muy satisfechas. Ahora está en su tercera edición. Cuando vas a los actos de recapitulación de este programa, los beneficiarios no solo destacan la ayuda económica, sino el acompañamiento, el no haber estado solos ni solas, y el no haber tenido que dejar los estudios por causas múltiples de cada uno de ellos.

Se habla de una falta de comunicación generalizada. En su web habla de un plan de comunicación, ¿podría explicarlo?

Bueno, el plan de comunicación está funcionando. No tenemos la estructura necesaria como universidad, y hay universidades privadas que dedican a la comunicación institucional cien veces más que nosotros, aquí a lo que se dedica la comunicación es a posicionar socialmente a la universidad. Tenemos un equipo escaso, pero sucede que en los anteriores equipos no se medía, por lo que no podemos comparar cuánto hemos mejorado, pero hemos mejorado mucho la presencia de los medios. La UCM ha estado muy bien posicionada. Es verdad que, aunque en las universidades se hacen cosas maravillosas, casi siempre se habla de ellas por lo malo, y de la Complutense más. Por ejemplo, por temas como el nombramiento de la presidenta Ayuso como alumni ilustre, el Elías Ahúja, que se cae un techo… estas cosas, por desgracia, son así. Teniendo esto en cuenta, es verdad que podemos estar muy presentes y comunicar muy bien en los medios. Pero, obviamente, no llegamos al estudiantado. No les interesa nada lo que contamos. Y para cuando nosotros queremos potenciar, por ejemplo, Instagram, ellos ya están en TikTok, y cuando lleguemos a TikTok, estarán en otro sitio. La comunicación es uno de los grandes déficits, quizás el mayor déficit que tenemos.

___________

Imagen destacada: Joaquín Goyache rector de la UCM y candidato a rector 2023. (Fotografía: Júlia Ponsa)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Plugin the Cookies para Wordpress por Real Cookie Banner