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“Ni un paso atrás”: mujeres emprendedoras rurales se encuentran en la Facultad de Ciencias de la Información para apoyar y defender sus proyectos más ambiciosos

“Compartir este espacio hace que podamos transmitirnos energía las unas a las otras para luchar por nuestros proyectos”. “El entorno rural necesita a mujeres emprendedoras”. “No podemos dar un paso atrás, ni en derechos, ni en igualdad ni en oportunidades de emprendimiento”. Estos son algunos de los mensajes que se dejaron el pasado miércoles en el VI Encuentro de Emprendedoras Rurales bajo el programa Rurality y de la mano de Fademur (Federación de Mujeres Rurales) que se celebró en la Facultad de Ciencias de la Información.

Unas 200 mujeres emprendedoras rurales de 15 comunidades autónomas se reunieron en el salón de actos de la facultad para ahondar, compartir y debatir sobre los obstáculos y los aciertos que se han encontrado en su camino hacia el emprendimiento. Las empresas representadas pertenecen a sectores muy diferentes, desde el agroalimentario, a la joyería, la apicultura o la hostelería con energías que respetan el medioambiente. Una de las más originales fue Algareira, de Silvia Muñoz, que usa las algas de Costa da Morte como ingrediente principal para la repostería y cumple con el objetivo 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: conservar y utilizar sosteniblemente mares, océanos y recursos marinos. 

Fademur lucha para que “desaparezca la triple discriminación que viven las mujeres rurales, al ejercer una actividad económica sometida a grandes incertidumbres, en un entorno muy masculinizado y en un medio con poco apoyo social que nos ayude con las tareas familiares”. 

En este encuentro se entregaron de diez becas dotadas por 5.000 euros para que diez emprendedoras puedan impulsar, consolidar o hacer crecer su negocio. Las ganadoras de la beca fueron:

Laura Olmo López, de Aceites Camilo. Desde Charilla (440 habitantes), una aldea de Alcalá La Real, en Jaén, produce un aceite de oliva virgen extra de árboles centenarios cuyo fruto exprime en su propia almazara. Utilizará la beca para visibilizar y difundir el trabajo de las mujeres de la aldea de Charilla vinculadas a la elaboración de AOVE.

Eunice Zapater Sanz, de Umami Ethical Food. En Alcorisa (3.276 habitantes), en Teruel, elabora productos veganos. Utilizará la beca para elaborar un nuevo producto y nuevos materiales, así como para iniciar catas abiertas al público.

Natalia R. Díaz Luis, de Ecoalpispa. Desde Icod de los Vinos (22.749 habitantes), en Santa Cruz de Tenerife, se dedica a la apicultura parar producir miel y envoltorios sostenibles para alimentos utilizando la cera sus abejas. Además, ofrece experiencias agroturísticas y contribuye a la divulgación ambiental entre público de todas las edades. Utilizará la beca para terminar un hotel para abejas y realizará un curso de inglés para poder atender a turistas y publicar en este idioma un libro sobre abejas.

Diana Mariscal Hernández, de Sabores de Aravalle. En La Canaleja, un anejo de Umbrías (100 habitantes), en Avila, elabora mermeladas con productos de su huerto. Utilizará la beca para incorporar riego por goteo optimizando el gasto hídrico, añadir un espacio de catas y digitalizar su negocio.

Inés Carballo Tomé, de Aitana Espirulina. Desde Castell de Guadalest (258 habitantes), en Alicante, fabrica un superalimento, espirulina, de forma artesanal. Utilizará la beca para realizar un etiquetado automático y crear nuevos productos.

Silvia Garriga Rodríguez, de Nela Gourmet y Nela Biosense. Desde San Cristovo de Cea 2.042 habitantes), en Ourense, hace mermeladas y cremas naturales. Utilizará la beca para cambiar el formato de los tarros por petición del cliente.

Elena Rodríguez Pérez, de Huerto los Tulipanes Desde Villanueva-Matamala (51 habitantes), una localidad del municipio de Arcos, en Burgos, cultiva un huerto ecológico en el que recupera semillas autóctonas y que distribuye de forma directa al público de Km 0. Utilizará la beca para crear una plataforma online y difundir su metodología.

Sandra de Blas Sanz, de Natursnacks. Desde Pedrajas de San Esteban (3.322 habitantes), en Valladolid, elabora y vende snacks de fruta deshidratada. Utilizará la beca para solidificar el negocio aumentando el volumen de ventas.

María Dolores Monge Jurado, de Shit Astur. Desde Pandu, una parroquia de Belmonte de Miranda (1.522 habitantes), en Asturias, cultiva shitake de forma ecológica y sostenible, y elabora pasta fresca artesanal, sin gluten y ecológica. Utilizará la beca para consolidar su negocio.

Nazareth Aparicio Antón, de Vermiduero. Desde Roa (2.201 habitantes), en Burgos, elabora humus de lombriz para nutrir el suelo de cultivo. Utilizará la beca para comprar maquinaria nueva, optimizar el proceso productivo, aumentar la producción y asentarse en una oficina.

El punto final al encuentro lo puso el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, que agradeció el compromiso de Fademur con el emprendimiento rural en especial en la lucha por la igualdad de oportunidades. 

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, clausurando el acto. (Fotografía: Ana De la Torre).

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Foto de portada: Las diez emprendedoras beneficiarias de la beca Ruraltivity dotada con 5.000 euros.

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