Represaliados del franquismo se manifiestan para que la antigua Dirección de Seguridad se declare lugar de memoria histórica
Unas 30 asociaciones de represaliados por el franquismo exigieron el pasado jueves que la antigua Dirección General de Seguridad (DGS), hoy transformada en la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, se convierta en un lugar de memoria histórica “visitable y que conmemore a los que allí padecieron”. La DGS fue, durante la dictadura de Franco, uno de los principales centros de represión y tortura.
“Solo pedimos que se cumpla la ley”, afirmaba Rosa García Alcón, portavoz de La Comuna. Asociación de presxs y represaliadxs por la dictadura franquista. Según explicó, sus reivindicaciones se basan en el artículo 49 de la Ley de Memoria Democrática, que promueve la instalación de lugares de memoria públicos con la intención de reparar el daño causado a las víctimas y de consolidar los valores democráticos.
La Plataforma contra la Impunidad del Franquismo, que lleva 13 años concentrándose cada jueves delante de la antigua DGS por el mismo motivo, también solicitó que se colocara una placa en la fachada para recordar a todas las personas detenidas, maltratadas y asesinadas durante el franquismo.
El colofón del acto y el momento de mayor emoción fue cuando los organizadores adhirieron al muro de la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid un cartel en memoriade los represaliados por el régimen franquista. En este se podía leer: “En recuerdo a todas las personas aquí detenidas, encarceladas, torturadas y asesinadas en la DGS durante la dictadura franquista, por defender la libertad, la democracia y la justicia social”.
La concentración fue apoyada por tres grupos parlamentarios de la comunidad de Madrid: PSOE-M, Unidas Podemos y Más Madrid que, además, redactaron un comunicado asegurando que pondrían en marcha una propuesta para cumplir las demandas exigidas por las asociaciones. Hace más de cuatro años se llevó a la Asamblea de Madrid esta cuestión, que fue rechazada por tan solo un voto. Según Rosa García. “Esto no queda aquí. Seguiremos luchando y pensamos atraer a más gente. En este edificio se torturó a personas del colectivo LGTBIQ+, y ellos también merecen ser recordados. Hoy aquí somos cien, mañana mil”, zanjó.