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Margarita de Rumanía se reúne con la población rumana de Madrid

Era un soleado miércoles 27 de septiembre. En el vestíbulo de la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid se aglomeraban más de cien personas muy bien vestidas que charlaban con efusividad en rumano. Los representantes de la embajada de Rumanía y varios niños con sus trajes nacionales saludaban a los invitados y les agradecían su presencia. Todos acudían a ese emplazamiento para una reunión especial que se hacía por primera vez en la historia: la visita de la Custodia de la corona rumana, Margarita, y del príncipe consorte Radu a la comunidad de rumanos que viven en Madrid. La reunión debía comenzar a las 17 horas, pero se retrasó cuarenta minutos, lo que hizo que los nervios de los invitados se sintieran a flor de piel.

Todas las personas de la sala, situada en el sótano de la antigua Real Casa de Correos, se levantaron a la par que entraban los representantes políticos que organizaron la reunión. Los embajadores de Rumanía y Moldavia, George Bologan y Eugen Revenco, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, y la directora general de Cooperación con el Estado y la UE, Cristina Menéndez. Tras ellos, los tan esperados protagonistas, su majestad Margarita y el príncipe Radu, que dieron comienzo a la velada con los himnos de España y Rumanía.

El rey Mihai I era primo hermano de la reina Sofía de España

“El mundo del mañana no puede existir sin moral, fe y memoria. El cinismo, los intereses mezquinos y la cobardía no deben ocupar nuestras vidas. Sólo está en nuestra mano hacer que el país sea estable, próspero y admirado en el mundo. No veo la Rumanía de hoy como un legado de nuestros padres, sino como un país que tomamos prestado de nuestros hijos» fue el final del discurso del embajador de Rumanía, George Bologan, que citó las palabras del Rey Mihai I en el Parlamento en 2011.

Varias organizaciones que fueron invitadas tuvieron la oportunidad de presentarse ante sus majestades. Entre ellas se encontraba La Liga de Estudiantes Rumanos, asociación que reúne a jóvenes de Rumanía para compartir y enseñar la cultura rumana en España. Esta asociación es relativamente nueva, no lleva más de un año activa, por lo que esta oportunidad les ha ayudado a darse a conocer entre los pocos jóvenes que asistieron y que pudieron unirse a ellos al finalizar la reunión.

Otro invitado destacado fue Amadeo-Martín Rey y Cabieses, académico de número y director de Publicaciones de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Academia de la Diplomacia del Reino de España. Él aprovechó el momento para dar una clase exprés de historia de las relaciones entre las coronas de España y Rumanía. Los asistentes quedaron impresionados por la larga lista de interacciones de las dos familias, que comparten árbol genealógico, a lo largo de los siglos. Es bien sabido que el rey Mihai I era primo hermano de la reina Sofía de España y la amistad que estos tenían. Pero esa amistad no se creó por las relaciones familiares, si no por interacciones de sus antepasados que fortalecieron los lazos de las dos coronas.

Ningún colegio de Madrid enseña rumano a sus alumnos

Ioana, una mujer alegre y vivaracha invitada a la reunión, comentaba lo nerviosa que estaba: “Nunca me imaginé que la embajada me invitaría a mí, una persona totalmente normal, a conocer a sus majestades. Poder disfrutar de este pequeño regreso a nuestro país y su historia es una oportunidad única que demuestra el acercamiento de la corona y de la embajada con la población rumana del extranjero”.

Ese acercamiento del que hablaba Iona se notó durante toda la reunión. Los reyes aseguraron en varias ocasiones que entendían a la población rumana que se marchó de su país para un futuro mejor porque la familia real también tuvo que exiliarse en 1945 y hasta 1997 no pudieron regresar. Uno de los temas de los que se habló fue de si los niños aprendían rumano en la escuela o si había algún centro bilingüe con ese idioma. La repuesta era clara, no. Los niños y jóvenes rumanos que se crían en España aprenden el idioma con sus familias y muy pocos en academias o asociaciones. Pese a que actualmente viven en España 630.000 rumanos y moldavos, una de las comunidades más amplias del país, ninguna institución ha otorgado la oportunidad de aprender su idioma nativo y el castellano al mismo tiempo.  

Actualmente viven en España 630.000 rumanos y moldavos

La reunión finalizó con todos los asistentes en el patio interior del edificio de la presidencia de Madrid, reunidos para unas fotos y para poder hablar con sus majestades. Algunos invitados aprovecharon la ocasión para entregarles regalos mientras Margarita, que daba recomendaciones de libros o cambiaba de idioma del rumano, al inglés y al poco español que conoce, intentaba romper la barrera invisible que normalmente se alza entre la realeza y el pueblo.

Tras la partida de sus majestades y los embajadores, todos los invitados salieron a la Puerta del Sol donde se amontonaban los turistas y algunos españoles para preguntar quiénes eran esas personas tan elegantes que acababan de salir.

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